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lunes, 6 de febrero de 2017

Encuentro de febrero de EMACOVI

Comenzamos conversando sobre usos, costumbres y tradiciones en los concejos de Vitoria-Gasteiz y hemos terminado la sesión hablando de política, educación en valores y salud.

Las mujeres presentes comentan que en sus juntas administrativas no hay mujeres con cargos. Pero que a las reuniones de concejo sí van mujeres.

Perciben poca constancia y compromiso de manera continua por la gestión de los recursos del pueblo. La gente suele ir a concejo cuando se trata algún tema que le afecta directamente. Si no, suele haber poca gente.

Para la gente estudiosa de la participación ciudadana y la democracia directa, los concejos son "una joya" que ojalá existieran en muchos lugares. Sin embargo, la realidad es que las personas que participan activamente en las responsabilidades de los concejos no reciben compensación económica por el tiempo y recursos personales que dedican; casi no reciben formación ni asesoramiento. Es una labor muy necesaria para mantener vivos los pueblos. Y por ello, debería cuidarse y valorarse más.

Tradicionalmente, han sido los hombres y agricultores quienes han gestionado las reuniones de los concejos. Pero la realidad de los concejos ha cambiado: menos personas se dedican a la agricultura; más personas han llegado a vivir a los pueblos y surgen nuevas necesidades vecinales que abordar de manera comunitaria. Por eso, todas las personas deberían ser bienvenidas en las sesiones de concejo, ya que "de todo lo que tengamos que pagar, podemos opinar". Las tradiciones están bien para conservar principios y valores de convivencia; pero deben adaptarse y actualizarse a las nuevas necesidades y realidades. Y desde luego, las mujeres contamos y debemos ser protagonistas de la vida en nuestros pueblos!

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