Deiane Zaldibar Fernández de Liger es Licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Restauración y Conservación y lleva aproximadamente 21 años impartiendo clases de restauración. Inició su andadura con los pueblos del Concejo de Gasteiz en el año 2001 con dos talleres en Berrostegieta y actualmente va Otazu, Mendiola, Mendoza y Berrostegieta donde, de lunes a jueves, imparte clases de 3 horas con cada grupo. Su trayectoria y su conocimiento de los grupos del Concejo nos ayudarán a conocerlos mejor
¿Cómo decide una licenciada en Bellas Artes ponerse a dar clases hace 21 años?
Uf, ya no me acuerdo. Supongo que como una forma de complementar los ingresos a la actividad por cuenta propia como restauradora. Imagino que así fue….
Desde hace unos 16 años impartes clases en diferentes pueblos del Concejo de Vitoria. ¿Qué requisitos hay que cumplir para acudir a ellos?
El requisito para apuntarse es residir en alguno de los pueblos que pertenezcan al Concejo, principalmente. No se requiere nada especial para acudir a ellos. Únicamente ganas de participar e inquietudes personales; de aprender en una actividad plástica, creativa y cultural. Las habilidades de cada persona que acude y participa son diferentes.
¿Qué tipo de trabajos se hacen en tus talleres?
Se ejecutan trabajos muy dispares. Principalmente hay un gran número de alumnado que restauran o reconvierten y transforman muebles, dado que profesionalmente es mi especialidad. Pero siempre he permitido e incentivado que cada persona ejecute aquello que le apetezca o estimule. Considero que ésto es más dinámico y enriquecedor ya que se producen diferentes sinergias durante los procesos creativos y ejecutivos: interactúan, colaboran, se incentivan, se ponen a prueba (paciencia), "desempolvan" esa parcela escondida de creatividad... Aunque la clase, a priori, sea más caótica para mi, resulta más enriquecedora. Hay personas que pintan y dibujan (en diversos formatos: lienzo, tablas, muebles o cualquier soporte), manualidades y restauración de muebles.
¿Cómo diríamos que es un día normal en sus clases?
Un día de clase comienza con los saludos, en algunas lo continúan con un café-terapia-tertulia o, como es lógico, preparando el espacio: colocación de las mesas, material, etc. Y cada cual a lo que le ocupa...Entonces comienzan a preguntar, a trabajar, a crear y a charlar mientras están en su labor. Y así el tiempo va transcurriendo sin darnos cuenta....
Por su experiencia, ¿qué labor es la que más gusta y la que menos?
No sabría decirte qué es lo que más éxito tiene, ya que depende del momento y lo que les apetezca hacer. La satisfacción de crear y hacer algo que no sabían. Lo que más les cuesta, por lo menos en mi caso, diría que es lijar, un trabajo pelín ingrato) y sobre todo....desempolvar la creatividad, la imaginación.
Este tipo de actividades suelen concentrar, sobre todo a mujeres.. ¿Ha encontrado alguna explicación?
Principalmente yo creo que a este tipo de actividades acuden más mujeres por arquetipos. Mayoritariamente las mujeres somos más participativas en actos culturales… Aunque he tenido y tengo en alguno de los grupos algún hombre siempre para restaurar.
¿Y cómo se podría animar a los hombres a acudir?
Animar a los hombres a que acudan... gran incógnita. Tienen otros intereses. No sé…
Además la gente puede mostrar lo que hace en las exposiciones anuales…
Si, las exposiciones se organizan desde Acovi, con trabajador@s de la agrupación de concejos y personas voluntarias de cada grupo, que pueden bien por mayor disponibilidad de tiempo, porque no trabajan o tienen cargas familiares menores.
¿Cómo valoraría la participación de la gente que acude a los talleres en la exposición?
La gente responde y entre las que forman cada grupo se organizan para dar respuesta a la contraprestación de acudir a la reunión y organizar o preparar lo que les haya tocado hacer para el evento. Hay mucha empatía, comprensión y solidaridad entre ellas.
El principal problema de llevar trabajos realizados durante el curso a la exposición, radica en el volumen o dimensiones de las piezas que han restaurado, no disponer de medio de transporte para llevarlos, depender de personas ajenas para acarrearlos. Además, los horarios para dejar las cosas son limitados, horario de oficina de mañana, y hay personas que trabajan y lo tienen difícil. Otro aspecto más "jocoso", y se repite como una letanía cada año, es la famosa frase "es que yo no tengo nada", porque lo han regalado, se lo han llevado al pueblo...
Para “vender” la actividad... ¿qué podría decir que aporta acudir a estos talleres?
A la gente que acude a los grupos, principalmente féminas, pienso que les aporta mucho. Cambiar la rutina, dedicarse un tiempo a ellas, a socializarse, a abstraerse, a crear, a relacionarse, a relajarse, a compartir, a desahogarse, a pasar unas horas de terapia creativa. A MUCHAS COSAS.
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